Los estudios demuestran que las ratas, guardan en su cerebro, los gestos de amabilidad que otras ratas hacen por ellas, y en consecuencia actúan como las demás, según reveló un análisis.
En cuanto a las manadas de ratas, estas cooperan entre si con la finalidad de ayudarse mutuamente; nadie se imagino que esto fuese un comportamiento común que las ratas se recompensaran a otras por una ganancia no inmediata.